Eres Celíaco: El diagnóstico

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Eres Celíaco: el diagnóstico…

(María José Gallego)

Estás en la consulta del médico y acabas de escuchar “eres celíaca”… En un primer instante la única emoción que invade todo tu cuerpo es SORPRESA: “¡¿celíaca?!”. Al fondo oyes como el médico te dice que el tratamiento es una dieta sin gluten de por vida, que el gluten es una proteína que se encuentra en algunos cereales…celiaquia celiaco sintomas Globaltya Psicólogos Alcorcon

«Como en cualquier enfermedad crónica, el diagnóstico de celiaquía genera un gran impacto emocional en la vida de la persona, al conllevar un fuerte cambio en su vida cotidiana.»

La celiaquía es una enfermedad autoinmune causada por la ingesta de gluten en personas predispuestas genéticamente. Esta ingesta provoca un daño en las vellosidades del intestino delgado, que se encargan de absorber los nutrientes. Esto hace que la celiaquía se presente con síntomas muy diversos. Los síntomas más conocidos son los digestivos, que se suelen dar en los niños, tales como distensión abdominal, diarreas, crecimiento por debajo de la media, vómitos y náuseas, anemia ferropénica, aftas bucales, manifestaciones cutáneas, apatía, irritabilidad e hiperactividad. Sin embargo, en adultos los síntomas más usuales son los extradigestivos, tales como manifestaciones cutáneas (psoriasis, dermatitis herpetiforme, eczemas), manifestaciones neurológicas (migrañas, ataxia por gluten, ataxia cerebelosa), manifestaciones óseas y articulares (osteoporosis, fibromialgia), hipotiroidismo, anemia, ansiedad, abortos de repetición, infertilidad, etc.

Y es en este momento cuando todo empieza a cobrar un sentido. Todos los síntomas dispersos que llevas sufriendo tanto tiempo, de repente, se entrelazan y conforman una figura reconocible. ¡ALIVIO! Ya puedes despedirte de esa vocecilla que te decía que te quejabas por todo, que te estabas volviendo una hipocondríaca, que eras débil por estar siempre con molestias y enferma, que te inducía a pensar “y si me está pasando algo realmente malo y nadie me hace caso”.

Y casi al mismo tiempo que el alivio, viene la CULPABILIDAD, la TRISTEZA y el ENFADO: “¿por qué he dejado pasar por alto tantos síntomas?, ¿por qué, a pesar de encontrarme mal, he hecho como si nada estuviera pasando?, ¿por qué no me he escuchado?, ¡qué mal me he tratado!, ¿por qué cuando iba al médico jamás sospecharon lo que me estaba pasando?, ¿podría haber hecho algo para evitarlo?, ¿esto me ha pasado por comer mal?”.

«La celiaquía, antes de ser diagnosticada, causa numerosas molestias a las personas que la padecen y una preocupación e incertidumbre por el propio estado de salud. Esto puede generar sentimientos de irritabilidad, angustia e, incluso, depresión.»

Y es que la celiaquía es una enfermedad con un diagnóstico complicado debido al desconocimiento de la gran variedad de síntomas con los que puede presentarse, así como por su presentación asintomática en algunas personas. En la edad adulta el diagnóstico puede durar entre cuatro y nueve años o incluso más, con el consecuente peregrinaje de especialista en especialista. De hecho, se cree que sólo el 20% aproximadamente de los celiacos sabe que lo es. El resto están sin diagnosticar.

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A partir de ahora todo lo que sucede a tu alrededor tiene que ver con la celiaquía, todo te recuerda ese acontecimiento que ha irrumpido caóticamente en tu vida. Esto, por una parte, es bueno, ya que te incita a buscar información para manejar la situación. Si bien es cierto que a medida que vas sabiendo más sobre la enfermedad, te haces consciente del daño que el gluten ha hecho y hace a tu organismo. Te caen de golpe, como una pesada losa, todos los años que has estado comiendo esa dichosa proteína y dañando tu cuerpo. Aparece entonces el MIEDO, la PREOCUPACIÓN, la ANSIEDAD, la OBSESIÓN: “¿tendré consecuencias más graves de salud por no haberlo sabido antes?, ¿y si no consigo hacer bien la dieta?, ¿cómo hago la compra?, ¿qué compro?, ¿y si me confundo con el etiquetado y como algo que no puedo comer?, ¿y si no he limpiado lo suficientemente bien el horno, el microondas, la batidora… y estoy tomando gluten sin querer? GLUTEN, GLUTEN, GLUTEN…”.

«Entre un 15-30% de los celíacos presentan enfermedades asociadas. Además, pueden aparecer complicaciones, debido a una falta de diagnóstico precoz y/o poca adherencia a la dieta sin gluten, tales como linfomas intestinales y carcinomas digestivos, entre otras.»

Planea de forma constante la sensación de que si comes una pizca más de gluten, una bomba de relojería, que hay en tu interior, estallará. Hay tantas cosas que saber y no sabes, hay tantas cosas que hacer…, que la ANGUSTIA te invade y te bloquea. Tu mente está saturada de tanta información, tantas cosas por cambiar, tanta INSEGURIDAD e INCERTIDUMBRE (“¿lo estaré haciendo bien?”), ¡tanta FALTA DE CONTROL!

Todas estas emociones son normales y forman parte ineludible del camino hacia la aceptación de tu diagnóstico de celiaquía.

Y finalmente, te das cuenta de que el cambio no lo puedes hacer de un día para otro. Aceptas que irás aprendiendo, poco a poco, a hacerlo mejor. Asumes que, al principio, es inevitable cometer errores y que lo importante es que te vayas dando cuenta y los subsanes. Ahora lo estás haciendo infinitamente mejor que antes del diagnóstico, así que estás en el camino. ¡CALMA! Aprendes que no lo vas a poder controlar todo, que habrá veces que, por mucho que hagas, habrá algún fallo, y hay que confiar en que con lo que estás haciendo va a ser suficiente. ¡CONFIANZA!

Se abre ante ti un cambio enorme, un cambio en tu forma de vida y de ver las cosas, un DUELO. Y en todo duelo hay DOLOR, pero también TRANSFORMACIÓN. Es doloroso echar la vista atrás y ver todo lo que te ha sido prohibido para siempre. Es doloroso comparar lo de ahora con lo de antes y sentir todo el peso de la pérdida. Sin embargo, si echas la vista hacia delante, vislumbras nuevas cosas por descubrir, nuevos hábitos que construir, nuevas formas de cuidarte y quererte.

En esta nueva andanza ayuda mucho acudir a las asociaciones de celíacos, donde te guían y orientan en tus primeros pasos. Además, te permiten conocer personas que ya han pasado por lo que tú estás pasando, aprendiendo de sus experiencias, o que están en ello. Son un espacio donde sentirte más seguro y comprendido.

Pero el camino, a veces, no resulta fácil. Si te sientes perdido, no sabes cómo afrontar y manejar las situaciones que te vienen por la celiaquía, si tienes la sensación de que la situación te supera y te bloquea en tu vida cotidiana, no dudes en acudir a un profesional para poder hablar de ello.

 

Psicóloga Sanitaria Mª José Gallego

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